Con sus raíces en Colombia y una influencia global, Egret promete a cada niño una vestimenta que es tan elegante como cómoda.

Nacida en 2015 de la visión de María Alejandra Rocha, quien en se entonces residía en Bruselas, su inspiración surgió con el nacimiento de su primer hijo. Ella anhelaba que su pequeño luciera una indumentaria clásica y elegante, sin sacrificar la comodidad. 

Al regresar a Colombia, encontrar ese tipo de prendas en el mercado local resultó ser un desafío. Las piezas existentes, a menudo costosas, comprometían el confort por el diseño. Así, apoyada por su madre, decidió tomar el asunto en sus propias manos. Combinando delicados encajes de Bruselas con tejidos frescos y modernos, nacieron los primeros mamelucos de Egret. 

Lo que comenzó como una solución personal pronto cautivó los corazones de amigos y familiares, llevando a la creación de más piezas. Y así, de esta inspiración y pasión, emergió el ahora icónico Bloomer de Egret.

En 2023, con un renovado espíritu emprendedor, María invitó a Andrea Rodríguez, su entrañable amiga desde hace más de dos décadas, a formar parte del renacimiento de Egret. María, con su innata creatividad y un exquisito gusto para vestir a los más pequeños, encontró en Andrea el complemento perfecto. Andrea, conocida por su empatía, meticulosidad y capacidades administrativas, aportó un equilibrio y perspectiva únicos al proyecto, consolidando una alianza no solo de negocios, sino también de profunda amistad.

Egret no es solo una marca de ropa de bebé; es una celebración de un estilo clásico y contemporáneo, tejida con un hilo de elegancia atemporal.